jueves, 2 de octubre de 2014

Sangre para la savia

¿Cuándo fuimos viento, madre?
¿Cuándo nos vimos morir, 
bajo el ciprés, siervas del agua,
y enterramos nuestros cuerpos,
carne y raíces, sangre para la savia?
¿Cuándo nombramos la quietud?
¿Cuándo la lluvia?

Tal vez el huésped, madre, venga del vientre.
Las vértebras del poema y el dolor
de un manantial, del trazo que nos expulsa.
Pero también en mi voz hay insectos que transitan,
pétalos de lilas durmientes en los huesos;
mi lecho es tu celda tus horas tu in-fluir.

¿Recuerdas, madre?
¿Recuerdas el mar?
Su respirar es el de las raíces
del ciprés que nos ampara.
La savia. El poema.

13 comentarios:

  1. Isune... me he enamorado de este poema! Pasé por aquí para agradecerte el comentario de mi blog, y me he quedado prendada de este poema.. Me gustaría,si quisieras y te apetece que leyeras un texto mío,que tiene mucho que ver,con este poema.. me impactó sentir ese mensaje de auxilio... te dejo el enlace por si quieres pasarte:

    http://elrincondelaluna-lunaroja.blogspot.com.es/2014/08/la-pequena-sin-alas.html


    Y decirte,que me quedo en tu blog! esperando cada nueva entrada, me has emocionado!

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  2. ¡Muchísimas gracias, lunaroja! Claro que leeré tu texto, será todo un placer.

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  3. La verdad es que impresiona y remueve.

    Un abrazo

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  4. Me encanta ese toque melancólico hacia la Madre de las madres.

    Un abrazo!

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  5. Muy bueno me parece, y no se si la habrás leído PEEEEERO, me has recordado a Chantal Maillard en Hainuwele, un texto con tintes de naturaleza, árboles, insectos... la diferencia es que tú dices madre y ella SEÑOR pero me ha encantado tu texto acordarme de Hainuwele con él
    <3
    Un abrazo!
    Agnes,
    Un vendaval de palabras.

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  6. Acabo de ver en el lateral derecho de tu blog a Chantal Maillard, por lo que sí, la conoces, espero que te alegre entonces la comparación que te he hecho con ella :)

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    1. Me parece muy hermoso haberte recordado a Maillard. Hace poco que la conozco y estoy irremediablemente enamorada de su escritura, pero todavía no he leído Hainuwele. Será interesante buscar(me) en sus palabras.

      ¡Muchas gracias! :)

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  7. Cada instante del poema es un poema más , cada renglón es un instante más que leer y releer.

    Un saludo.

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  8. Preguntas y dudas que germinan de certezas incuestionables. De dónde venimos, cuánto de nosotros es nuestro y cuánto de lo nuestro viene precedido y será sucedido en el juego ininteligible del tiempo. En eso me hace pensar tu poema, inteligencia reflexiva y observadora de cosas que no se pueden ver y que son más verdad incluso que la mecánica de los hechos."Mi lecho es tu celda, tus horas tu in-fluir... ¿Recuerdas madre? ¿Recuerdas el mar?..." Decir todo eso, leer todo esto, te deja perdido en medio del océano. De ese océano que somos.

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  9. gracias por el maravilloso y emocionante comentario que me dejaste! UN BESO FUERTE!

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  10. Efugio tremendo (y ausente), muy degustable.

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  11. Gracias por este fluir, maravilloso en las palabras, de aquello tan difícil de nombrar.
    Un saludo.

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